Los termógrafos de nivel I suelen ser nuevos en el diagnóstico termográfico por infrarrojos, pero eso no implica que sean técnicos de monitorización de condiciones de nivel inicial; muchos profesionales de nivel I tienen años de experiencia en la construcción y el mantenimiento de sistemas complejos.

Los termógrafos de nivel I generalmente siguen un procedimiento de prueba escrito para evaluar tipos específicos de equipos en sus instalaciones. Utilizan sus cámaras infrarrojas y software para identificar y medir anomalías térmicas basadas en patrones térmicos, comparaciones con equipos similares y su propia experiencia.

La certificación de nivel II es para termógrafos y solucionadores de problemas profesionales y experimentados. Un termógrafo de nivel II normalmente implementa más de una tecnología de diagnóstico para determinar la causa raíz de un problema y recomendar reparaciones. Debido a su formación en infrarrojos más avanzada, los termógrafos de nivel II están cualificados para proporcionar instrucciones técnicas al personal certificado de nivel I.

Este es el nivel de formación en infrarrojos más avanzado disponible. Es una formación de termografía más avanzada disponible. El termógrafo de Nivel III es principalmente el jefe del programa de termografía, quien es responsable de desarrollar prácticas preventivas de mantenimiento/control en la organización, así como procedimientos de prueba y criterios para clasificar la gravedad de los defectos, así como determinar la frecuencia de las inspecciones de equipos y calcular el retorno de la inversión en el programa termográfico.